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La novena de Sor Juana | Por Daniel de Lira*

La novena de Sor Juana | Por Daniel de Lira*

Necesse est, ut princeps
consultoren habeat in pectore. [1. Necesario es que el príncipe tenga un consultor en su pecho. Cita tomada del Neptuno Alegórico de Sor Juana.]
Erasmo, citado por Sor Juana

Facsímil Ofrecimientos para el rosario de quinze misterios que se ha de rezar a los Dolores y Soledad de N. Señora la Virgen María | Biblioteca Sor Juana Inés de la Cruz
Facsímil Ofrecimientos para el rosario de quinze misterios que se ha de rezar a los Dolores y Soledad de N. Señora la Virgen María

Si, en efecto, la novena de sor Juana Inés de la Cruz es un pequeño impreso, pequeño en extensión y en formato. Este librito de oración debió ver la tinta de la imprenta en los mismos años del siglo XVII en que vivió esta venerable monja; sus páginas debieron correr a la par de las manos de los impresores y de los piadosos lectores de los siguientes siglos hasta llegar a imprimirse de nuevo en el siglo XX, por lo pronto.
El curioso y bello ejemplar que de este impreso se conserva en la colección del Centro de Documentación Sor Juana Inés de la Cruz de la Universidad del Claustro de Sor Juana, se trata de una curiosa edición facsimilar privada de 1946 en cien ejemplares. Nos referimos al librito: Ofrecimientos para el rosario de quinze misterios que se ha de rezar a los Dolores y Soledad de N. Señora la Virgen María, [2. Sor Juana Inés de la Cruz. Ofrecimientos para el rosario de quinze misterios que se ha de rezar a los Dolores, y Soledad de N. Señora la Virgen María. México: Editorial Beatriz de Silva, 1946. [16] p. Facsímil de: México: Herederos de la Viuda de Francisco Rodríguez Lupercio, en la puente de Palacio [1700?]. Edición: 100 ejemplares numerados, en biblioteca, ej. 38] impreso por los herederos de Gerónima Delgado (fallecida en 1697), viuda del impresor-librero Francisco Rodríguez Lupercio (fallecido en 1683), activos en la ciudad de México en los últimos años del siglo XVII y primeras décadas del siglo XVIII. [3. Martínez Leal, Luisa. “Los impresores libreros en Nueva España del siglo XVII.” En: Revista Casa del Tiempo. Mayo, 2002. p. 13. Consultado en: http://www.uam.mx/difusion/revista/may2002/martinez.pdf]
Los libros de oraciones y las estampas religiosas que muchos podemos percibir lejanos a nuestra experiencia cotidiana moderna fueron impresos anhelados siempre por la sociedad novohispana, pues en buena parte eran el medio ideal para entablar una comunicación con el mundo de lo sagrado. No obstante, ayer como ahora la producción de estos impresos religiosos es considerable por su amplia demanda comercial. Las novenas en particular, como su nombre lo indica, y como lo escribe el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, son oraciones dirigidas a Dios, a la Virgen o a los santos, realizadas durante nueve días; las hay para un tiempo de pesar como las ofrendas de luto por los difuntos, o de alegría, como puede ser el novenario de rosarios con que se festejan las posadas en los días de Navidad.
Así, esta práctica religiosa está asociada a la convivencia y a las celebraciones, pues tras del encuentro con lo sagrado viene el encuentro con lo profano: la conversación, el disfrute de un aromático chocolate o algo más compuesto que alegre la vista y disfrute el paladar; aun de las novenas se deriva la fiesta y en muchos casos la feria en los barrios, los pueblos y las ciudades.
En su charla, el padre Herrera[4. Herrera, José Genaro. Las novenas: tesoros bibliográficos. México: CARSO, 2014. 57.08 min. Consultado en:
https://www.youtube.com/watch?v=1IhvGcjBxUQ&index=5&list=PLY7XkmaSA75QimIJuCdNLzK4pIMh5gRyW] nos comenta que en el transcurso del mundo novohispano las novenas principalmente fueron escritas y publicadas por los particulares, y en proporción menor, por los religiosos. Sabemos por la historia de los impresos que antes de estos Ofrecimientos para el rosario de quinze misterios… Sor Juana había publicado otra de estas mismas oraciones: Ejercicios para los nueve días antes del de la Purísima Encarnación del Hijo de Dios, Jesucristo señor nuestro; se dice que ambos impresos debieron publicarse en sus ediciones originales antes de 1691.
Facsímil Ofrecimientos para el rosario de quinze misterios que se ha de rezar a los Dolores y Soledad de N. Señora la Virgen María | Biblioteca Sor Juana Inés de la Cruz
Facsímil Ofrecimientos para el rosario de quinze misterios que se ha de rezar a los Dolores y Soledad de N. Señora la Virgen María

Sobre esta novena que referimos, Buxó nos descubre que “… Sor Juana no era afecta a las prácticas de autopunción y prefería y recomendaba la oración mental por encima de cualesquiera otros medios estimulantes de la experiencia ascética…”[5. Buxó, José Pascual. Sor Juana Inés de la Cruz: lectura barroca de la poesía. (Sevilla): Renacimiento, 2006. p. 80] y agrega una observación del contenido de esa oración: cada uno de los quince ‘Dolores de Nuestra Señora la Virgen María’, [son] evocados con el habitual lenguaje tremendista de la piedad compungida, pero no se exige en ellos el castigo físico del oferente, sino sólo su concentración en las diez avemarías y el padrenuestro que se han de rezar en el curso de cada una de aquellas representaciones mentales.”[6. Ibidem] Este impreso, finamente manufacturado en “papel Strato air mail de cinco kilogramos”, presenta al final un soneto dedicado a Señor San Joseph, estando editado bajo el cuidado de Gabriel Saldívar.
Tenemos noticia de que salida la primera edición de este impreso, esta novena de Sor Juana siguió publicándose en varias ocasiones por distinguidos talleres novohispanos como por ejemplo en la Imprenta Nueva de la Bibliotheca Mexicana de Eguiara, lo que en cierta medida refleja el interés social y económico por este tipo de publicaciones religiosas y posiblemente la permanencia de sor Juana entre lo popular de la cultura impresa de ese periodo. Los impresos modernos como es el caso de este facsímil, dispuestos en colecciones históricas o reservadas, mucho nos muestran de cómo el pasado se mezcla con el presente y de cómo esta convergencia atemporal de los impresos constituye el placer por la lectura y su materialidad, la letra impresa.
* El Dr. Daniel de Lira es bibliógrafo del Centro de Documentación Sor Juana Inés de la Cruz

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