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El desconocido autor al que todos conocemos

El desconocido autor al que todos conocemos

Carlos Guerrero

Centro de Documentación e Investigación Judío de México

¿Quién no recuerda la película Bambi? Proyectada por primera vez en 1942, desde entonces ha conmovido a muchísimas generaciones en todo el mundo. Probablemente es parte de la cultura popular la tragedia que vive el venadito y pocos pueden afirmar que desconocen esta historia. Sin embargo, lo que resulta menos conocido es que Bambi (dirigida por David Hand y producida por Walt Disney) se basa en una novela escrita por un autor judío, cuya propia vida podría ser material para un libro o un filme.
Su nombre fue Siegmund Salzmann pero escribió con el seudónimo de Félix Salten. Nació en el seno de una familia judía en Budapest, Hungría (1869-1945) y, a finales del siglo XIX –cuando él tenía sólo tres años– su familia emigró a Viena, Austria, en busca de mejores condiciones de vida, ya que ahí se reconocía la ciudadanía completa a los judíos desde 1867. Salten, desde muy joven, tuvo una fascinación e inclinación por las letras; y aunque el negocio de su familia quebró y él tuvo que desertar de la escuela para comenzar a trabajar en una compañía de seguros, esto no impidió que comenzara a escribir sus primeros poemas y reseñas de libros, mismos que fueron publicados en diversos periódicos de la época.
La trayectoria literaria de Salten fue policromática: en su juventud, formó parte del movimiento “Joven Viena” (en alemán Jung-Wien), cuyos miembros exploraban y debatían a través de diversas perspectivas de la corriente modernista y de sus vertientes como el simbolismo y expresionismo. En esa época Salten se vinculó con importantes poetas, filósofos y escritores, tanto judíos como gentiles, entre los que podemos mencionar a Karl Krauz, Arthur Schnitzler, Peter Altenber, Hugo von Hofmannsthal y el destacado biógrafo y activista social Stefan Sweig.
En 1890 publicó su primera colección de historias cortas y con el tiempo publicó una amplia gama de guiones, cuentos, novelas, libros de viaje y colecciones de ensayos. En su tiempo, entre sus obras más relevantes se contaban Josefine Mutzebancher (1906); Martín Overbeck (1927); Historias de quince liebres (1927); Florian, el caballo del emperador (1933); Perrie (1938), y por supuesto, Bambi, una vida en el bosque (1923), así como su secuela, Los hijos de Bambi (1938).
Bambi, una vida en el bosque fue un éxito de inmediato y en 1928 fue traducida al inglés.
En 1933, Salten vendió por sólo 5000 dólares los derechos de Bambi, una vida en el bosque a la compañía de Walt Disney. Es posible que esta venta de los derechos hubiera obedecido a que Salten temiera que su obra fuera destruida, ya que en ese mismo año, en Berlín, Alemania, estudiantes, profesores y miembros del partido nazi realizaron la quema de libros de autores judíos, marxistas y pacifistas, como parte de su acción antisemita y racista de higiene racial y cultural alemana. Este suceso fue el preludio de la hecatombe más trágica del pueblo judío, tal como decía el poeta francés  de origen judío Johann Heinrich Heine:
Allí donde se queman los libros, se acaba de quemar a los hombres.
De ser así, la intuición de Salten no estaba equivocada: en 1936, sus obras fueron registradas en las listas de obras prohibidas por el régimen nazi. Dos años después, con la anexión de Austria a la Alemania nazi, la situación de escritores e intelectuales como Salten se tornó peligrosa. Sin embargo, poco después de la anexión, Félix Salten logró escapar junto con su esposa, la afamada actriz Ottilie Metz, y sus dos hijos, Paul y Anna-Khaterina, exiliándose en Zúrich, Suiza, donde vivió hasta su muerte, poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial.
En el CDIJUM contamos con una obra de Félix Salten. Se trata de la novela Olga Frohgemuth, publicada en 1910 por la editorial Ficher en Berlín (Alemania). Destaca por  ser una primera edición y por la tipografía Fraktur, que forma parte del sub-grupo de letras gótico. Fue la tipografía más utilizada en Alemania entre siglos XVI y XIX, hasta que en 1941 fue sustituida por la tipografía antiqua, por órdenes de Hitler, ya que aseguraba que el origen de aquellos tipos era judío.
El CDIJUM, en su tarea de conservar y difundir el patrimonio bibliográfico e histórico del pueblo judío en México y en la diáspora, pone a disposición del público en general el acceso a esta obra de Félix Salten, así como la de muchos autores judíos prominentes en Europa y en América Latina.

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