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Sanz Briz, el español que salvó a 5.000 judíos del Holocausto

Sanz Briz, el español que salvó a 5.000 judíos del Holocausto

67_1El Centro de Documentación e Investigación Judío de México, el Archivo Histórico de la Escuela Bancaria y Comercial y la Asociación Yad Vashem de México invitan al documental sobre el Ángel de Budapest, que se llevará a cabo el martes 18 de octubre de 2016 a las 19:30 horas en el Auditorio de la Escuela de Graduados de la Escuela Bancaria y Comercial.
Antecedentes:
Sanz Briz, el español que salvó a 5.000 judíos del Holocausto
Cuando el embajador español ante la Santa Sede, Ángel Sanz Briz, falleció en Roma en 1980, el gobierno español repatrió su cadáver con todos los honores que merecía el diplomático en servicio desde antes de la Segunda Guerra Mundial.
Desempeñó una labor humanitaria en las calles de Budapest en 1944. Eran los últimos estertores del Tercer Reich, cuando la furia por aplicar la Solución Final antes de que todo acabara, alcanzó a todos los rincones de los países que controlaba directa o indirectamente la Alemania nazi. Briz ejercía como encargado de negocios y jefe de la legación española en Budapest, salvó a más de 5.000 judíos del Holocausto expidiendo pasaportes y salvoconductos con el sello y conocimiento del gobierno español que les permitieron salir del país y esquivar la industria de exterminio de masas nazi.
Ángel Sanz Briz nunca disfrutó del reconocimiento público y oficial por su labor humanitaria al frente de la legación española en Budapest en 1944. Briz no sólo no recibió ningún homenaje en vida, sino que tuvo que rechazarlo. Fue en 1966, cuando mientras ejercía de embajador español en Amsterdam el gobierno israelí contactó con él después de que la organización Yad Vashem recabara la información de muchos de aquellos hombres y mujeres que salvaron su vida gracias al diplomático español y comprobara que fueron los pasaportes españoles expedidos por Briz los que les salvaron de una muerte segura.
En 1944 se dio la orden de deportar a los judíos en Hungría. La posición de Ángel Sanz Briz, que tan sólo contaba con 34 años entonces, era delicada, representaba a un país que mantenía buena relaciones con los nazis. Debía guardar un difícil equilibrio cuando en octubre de 1944 se depuso a Miklos Horthy por un gobierno nazi húngaro la violencia y persecución contra los judíos se hizo dramática”.
Briz envió telegramas a España alertando de la desesperada situación de los judíos en Budapest. Sin duda, el encargado de negocios de la legación española, máxima autoridad en ausencia del embajador, no podía emitir por su cuenta y riesgo documentos como pasaportes o salvoconductos sin el conocimiento de las autoridades franquistas. Briz obtuvo permiso a regañadientes, según su hija Ángela, y se organizó en base a un antiguo decreto del Gobierno de Primo de Rivera de 20 de diciembre de 1924 que reconocía como españoles a los descendientes de los sefardíes españoles expulsados por los Reyes Católicos en 1492.
En octubre de 1944 el ministro de exteriores José Lequerica recibió la instrucción de Franco de colaborar en la evacuación de judíos a España después de que el embajador español en Washington, Cárdenas, se viera sometido a presiones por parte de EE UU a través del Comité Judío”, la prueba está en un telegrama de Lequerica a Sanz Briz. En este sentido, cabe destacar que además de Sanz Briz, otros funcionarios de exteriores españoles ayudaron en otros países a proteger y evacuar judíos en peligro. Pero la labor de Ángel Sanz Briz excedió la pura fórmula diplomática, como clarifica José García-Bañón: “pronto los primeros pasaportes se extendieron a todas los miembros de una familia, después a los que tuvieran algún familiar sefardí, por último a todo aquel que se podía. Briz acogió en su casa a refugiados, estableció lugares seguros extendiendo la cortina de protección de la legación española y acudió a los hospitales de la Cruz Roja reclamando como españoles a algunos de los que estaban allí alojados”. Hasta mediados de los 80, con el reconocimiento del Yad Vashem, la historia permaneció en el anonimato para el gran público. “En España Franco hablaba de la conspiración judeomasónica, el Holocausto aún no había sido tan difundido, pero Ángel Sanz Briz estuvo en contacto con algunos de los que salvó como los hermanos Vandor y tenía amigos judíos en otros países”.

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